Foto Iván Jiménez.
El Miércoles Santo se podría definir casi sin duda alguna como el día grande de nuestra Semana Santa, pues en lo que a devoción se refiere, toda Écija se echa a la calle para recibir al Señor de Écija, el Rey de Écija, el Santísimo Cristo de la Salud. A eso sumarle el misterio y palio de categoría que también posesionan ese día; La Coronación de Espinas de Nuestro Señor Jesucristo y la Virgen de los Dolores.A las 19:00 salía la Cruz de guía, seguida de un impresionante alumbrado que refleja la gran devoción con la que cuentan estos titulares. Quizás estudiar alguna forma para que muchas de esas personas que alumbran se involucren con la Hermandad para que salgan vestidos de nazarenos seria todo un acierto. El impresionante misterio de la Coronación de Espinas se ponía en las calles arrancando aplausos desde el minuto uno, pues es todo un espectáculo ver este paso en persona. Puso los sones Agrupación Musical "Lagrimas de Dolores" San Fernando (Cádiz). El Señor estrenaba una clámide púrpura y Caifás una nueva vestimenta. Tras el misterio de la Coronación llegaría el Rey de Écija, la devoción por excelencia...el imponente y milagroso Cristo de la Salud. Este año no llevaba ni sudario, ni azucenas, pero a esta Hermandad acertadamente nunca se le ocurre despojar a Cristo de sus potencias de divinidad. Enhorabuena por ello, hay que ser conscientes de que las potencias no es ningún elemento decorativo y esta Hermandad da ejemplo a las demás. El Señor de Écija estrena un nuevo torno que lo hacia estar mas alto y el monte había sido modificado, acierto rotundo. Cuando el Cristo de la Salud pasa es difícil de explicar lo que se siente. Las miradas se pierden en la figura del imponente crucificado, y entre cornetas y tambores se pueden escuchar los murmuros de plegarias y rezos de todos sus devotos, que cruzan las fronteras de Écija. Por cierto otra cuadrilla de categoría. Le acompaño Banda de Cornetas y Tambores de Coronación de Campillo. (Málaga).
Tras ellos vendría su madre bendita de los Dolores. Este año como novedad llevaba manto liso, pues el maravilloso manto de Antúnez bordado en oro está siendo restaurado. La candeleria había sido modificada y el exorno también, dando mas porte aún a tan elegante palio. Caída ya la tarde, la bellísima Dolorosa impresionaba a los presentes bajando la cuesta de San Gil, sonido sin igual el de las bellotas de este palio. Impresionante la revira desde Emilio Castelar a Garcilópez a sones de la Madrugá. La acompaño la excelente Banda de Bienmesuena (El Saucejo) Sevilla.
Un punto que no te puedes perder de la Hermandad de San Gil es sin duda su paso por Santa Cruz, donde los tres pasos se encaran con el Santísimo y Nuestra Señora del Valle Coronada, Patrona de la Ciudad.
Ya de madrugada la Hermandad volvía a su templo, donde un año mas hicieron estallar los aplausos en la plaza de San Gil. Cada paso con su estilo, pero todos sorprendiendo.
Foto Hermandad de San Gil
Nuestra Señora de los Dolores de San Gil fue ataviada por Antonio Bejarano Ruiz. Como ya comentábamos antes, este año llevaba manto liso, una gran oportunidad para recogerlo en la cintura. Lucia su corona de oro, Hermandad ejemplar que tiene claro que no hay que alternar diademas ni historias. Saya blanca bordada en oro, que hacia una combinación preciosa con el fajín militar. El tocado a tablas resaltaba la belleza de dicha Dolorosa aún mas si cabe, las tablas luego iban mezcladas con blondas, cosa que hubo a quien le gusto y a quien no. Acertadamente lucio una preciosa toca de encajes dorados que compensaba el manto liso.
Enhorabuena a la Hermandad de San Gil.
Vídeos propios.
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